Y bien, habiendo presumido ya mis copias del Corán y de la Biblia respectivamente, para cerrar el círculo aquí está la única copia del Bhagavad-gītā que he tenido en mi vida.
Este ejemplar lo compré en Londres en el verano de 1997, en una de las calles de Camdentown (¡vaya lugar para comprar un libro religioso!). Se lo compré a un par de monjes hindúes, de esos a los que común y erróneamente llamamos "Hare Krishnas", y creo que pagué diez libras por él, la verdad no me acuerdo bien.
El texto viene en el sánscrito original, luego latinizado y finalmente la traducción en inglés.
He intentado leer este libro varias veces, pero la verdad es que me cuesta mucho trabajo. No se parece a un texto religioso como la Biblia y el Corán, más bien se lee como un poema épico lleno de simbolismo que me cuesta mucho entender. Quizá es una cuestión cultural y para entenderlo uno debe haber nacido en la India. O quizá simplemente todos en el oeste somos bastante ignorantes.
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